No podemos esperar que las profesoras y profesores sean
los/as únicos/as responsables de la educación de nuestros niños y niñas. Las
familias son una parte fundamental que no debe quedarse atrás, y cuando éstas
se involucran en la vida escolar mejora el comportamiento, las calificaciones y
el bienestar emocional de los/as más pequeños/as. Aquí hay siete cosas que las
familias pueden hacer para facilitar el trabajo al profesorado.
1. Lee con tus hijos/as.
En 1985, el Departamento de Educación (EEUU), publicó un extenso informe sobre la alfabetización en EEUU. Uno de los hallazgos más significativos fue la importancia de la lectura en familia y de leer en voz alta con los niños y niñas para construir conocimientos necesarios con vistas al éxito final en las habilidades lectoras. Los/as niños/as que leen con familiares tres o más veces por semana alcanzan niveles de competencia lectora alrededor de un 25% según los marcadores, en relación con aquellos y aquellas que no han recibido este beneficio.
2. Infórmate sobre su vida académica
Debes conocer a los y la docentes de tus hijos/as por el nombre y tener una forma fácil de ponerte en contacto con él o ella (teléfono, email...). También deberías participar en las jornadas de puertas abiertas y las conferencias, manteniendo una conversación abierta y continua con el profesorado y con el tutor o tutora (especialmente).
3. Conoce a los/as compañeros/as de clase y fomenta otras amistades fuera del centro educativo.
El aprendizaje, en el aula, es más efectivo cuando hay un sólido sentido de trabajo en equipo: todos los niños y niñas necesitan el apoyo de sus iguales y, además, hace del proceso algo más divertido. Pero también es importante que pase tiempo con sus compañeros y compañeras fuera del colegio o instituto, así como que conozca a otros niños y niñas de otros centros educativos en su tiempo de ocio.
4. Asiste a las reuniones y únete al AMPA
Si esto te resulta difícil debido a cuestiones laborales/personales, sugiere una alternancia diferente de reuniones. Tu voz entre un recuento de padres y madres, a veces, es la única que puede abogar por tu hijo/a. Además, el cambio más positivo que puede darse en una escuela o instituto necesita que las familias del alumnado se unan.
5. Participa en la vida escolar
No te pierdas los eventos escolares: concursos, fiestas, ferias, comidas y pincheos o eventos deportivos, independientemente de que tus hijos o hijas participen o no. De este modo, estás ayudándole a tener éxito en el centro y creando recuerdos juntos/as.
6. El aprendizaje también se extiende hasta tu casa
Eres un buen maestro o una buena maestra para tus hijos e hijas: hornear un pastel ayuda, por ejemplo, a enseñarle fundamentos sobre las unidades de medida. Podemos hacer concursos de ortografía y cualquier otro juego. Ir a una acuario, al zoo o al museo el fin de semana. Todas estas actividades son el currículum del hogar, según la expresión de Sam Redding
7. Muestra a tus hijos/as que su familia valora su educación
Lee un libro, apúntate a un curso, comparte las experiencias de aprendizaje que has tenido en el trabajo y, por supuesto, muestra interés hacia su presente y futuro académico, dándole la importancia que realmente tiene: mucha. Enseña a tu hijo o hija una lección: el aprendizaje también es divertido y no termina una vez que ha sonado la campana de la escuela.
por: Amy Bizzarri